Aceite Sin Filtrar: ¿Moda o Calidad Real?
- Ana Villanueva
- 29 abr
- 3 Min. de lectura
Desmontamos mitos y verdades desde De la Lola

En el mundo del aceite de oliva virgen extra, el término “sin filtrar” despierta tanto admiración como dudas. ¿Es realmente mejor? ¿Más puro? ¿Dura menos? Hoy en De la Lola queremos ayudarte a entender de verdad qué significa cuando un aceite no ha sido filtrado, sin tecnicismos ni marketing vacío.
Porque tú mereces saber exactamente qué estás poniendo sobre tu pan… y dentro de tu cuerpo.
Mito 1: "Si es espeso, es malo"
¡Falso! Un aceite sin filtrar puede verse más denso o turbio, pero eso no significa que sea de peor calidad. Todo lo contrario. Esa densidad viene de partículas naturales que aún contiene el aceite (restos mínimos de pulpa y humedad). Lejos de ser un defecto, es un signo de frescura y mínima intervención.
Verdad 1: Dura menos tiempo
Sí, es cierto. El aceite sin filtrar contiene más humedad y partículas sólidas, lo que acelera su oxidación. Esto no lo hace peligroso, pero sí más delicado. Por eso, si lo compras, guárdalo en un lugar fresco y oscuro, y consúmelo en un plazo de 3 a 6 meses para disfrutar de todo su sabor y propiedades.
Verdad 2: Tiene más nutrientes
Al no pasar por el proceso de filtrado, conserva una mayor concentración de polifenoles y antioxidantes. Estos compuestos naturales son los responsables de muchos de los beneficios del AOVE: ayudan a combatir la inflamación, protegen tu corazón y cuidan tu piel desde dentro.
En otras palabras, sí: el aceite sin filtrar puede ser una bomba de salud… si lo consumes a tiempo y lo almacenas bien.
Mito 2: "Se usa solo para cocinar"
Rotundamente, no. El AOVE —filtrado o no— es una joya gastronómica. ¿La mejor manera de disfrutarlo? En crudo: sobre una tostada, una ensalada, o incluso una cucharadita en ayunas.
Y si es sin filtrar, lo ideal es aprovechar su frescura y aroma en platos donde no se altere con el calor.
En De la Lola, ¿filtrado o sin filtrar?
En De la Lola apostamos por el equilibrio: aceites cuidadosamente decantados de forma natural para mantener lo mejor de ambos mundos.
Conservamos el sabor, el carácter y la autenticidad.
Eliminamos excesos de humedad que aceleran el deterioro.
Y te garantizamos una experiencia sensorial completa, saludable y sostenible.
¿Y el envase? Aquí también marcamos la diferencia.
Nuestros aceites no solo cuidan de ti. También cuidan el planeta y la calidad hasta el último día.
📦 Envasamos exclusivamente en latas metálicas lacadas porque:
Protegen de la luz y el oxígeno, los dos enemigos silenciosos del AOVE.
Conservan las propiedades intactas hasta que abras tu lata.
Son infinitamente reciclables, sin pérdida de calidad y con menor consumo energético que otros materiales.
Y, por si fuera poco, puedes personalizar tu lata con tu nombre o el de quien más quieras.
Conclusión:
El aceite sin filtrar no es mejor ni peor: es diferente. Y en De la Lola no te vendemos modas, sino verdad.
Tú eliges qué aceite te llevas a casa. Nosotros te prometemos que será siempre auténtico, de proximidad y con sentido.
¿Te gustaría probar un aceite real, cuidado desde el olivo hasta tu cocina?
✨ Descubre nuestros packs y usa tu cupón de bienvenida para obtener un 10 % de descuento en tu primer pedido.
¿Te ha resultado útil este artículo?¿Has probado alguna vez aceite sin filtrar?
¡Te leemos en los comentarios!
コメント